La finalidad de los llamados Grupos de perros de salvamento consiste en la localización de personas perdidas en el monte o sepultadas bajo escombros o nieve, como consecuencia de alguna catástrofe o alud.
Para lograr el objetivo de encontrar a las personas es necesario que el equipo (conductor y perro) se sometan a rigurosos entrenamientos de salvamento, por lo que, en general, este tipo de asociaciones está compuesta por voluntarios que dedican gran parte de su tiempo libre a esta actividad, junto a sus perros.
Un perro de salvamento bien entrenado es el sistema más eficaz para la localización de personas sepultadas en escombros, bajo nieve o extraviadas en el monte ya que un perro es capaz de hacer la labor de muchas personas en poco tiempo. Es importante conocer que un perro de salvamento en avalanchas rastrea aprox. 1 Ha en 30 minutos, trabajo que a los servicios de rescate costará varias horas.
Estos perros realizan la búsqueda y salvamento por medio del olfato (sentido muy desarrollado en el perro) y señalan la situación de la víctima por medio de ladridos. Por otra parte es imprescindible que la intervención del equipo sea rápida, ya que de ello puede depender la vida de una o varias personas. Esto es evidente
tanto en lo referente a la búsqueda en escombros como a extravíos en el monte, pero adquiere un dramatismo mayor cuando la persona está sepultada bajo la nieve, pues al detenerse la avalancha el 80% de las personas se encuentran con vida, después de una hora solo el 40% logra sobrevivir y finalmente, solo el 20% después de dos horas. Los primeros 20 minutos son los más importantes para encontrar con vida a una persona.
La especialidad de Rescate Canino en Catástrofes (escombros), consiste en la búsqueda con perros de personas sepultadas bajo escombros en edificaciones derrumbadas por cualquier causa (explosiones,
terremotos, fallos estructurales...).
El primer método para la formación de perros en esta disciplina fue el publicado por el cinólogo suizo Urs Ochsenbein en 1972 (Método Suizo), seguidamente aparecen los denominados Métodos Francés y Alemán y mas recientemente Arcón, método español, cuya síntesis es publicada en 1999 (libro:”Arcón, un nuevo método para la formación del perro de salvamento en catástrofes”).
Si bien los diferentes métodos tienden al objetivo común de localizar las posibles personas sepultadas, estos sistemas presentan diferencias más o menos importantes en lo que respecta a la aplicación de sus respectivas técnicas específicas.
Actualmente, se está produciendo una notable expansión internacional del Método Arcón entre los profesionales del Rescate Canino de múltiples Cuerpos e Instituciones oficiales, debido a su revolucionario y constatado grado de efectividad para la búsqueda con perros de supervivientes sepultados bajo escombros.
Introducción del Método Arcón Arcón es un sistema para la formación e intervención de Equipos Caninos de Salvamento en Catástrofes, forjado por Jaime Parejo García y que consideró ultimado en 1994 tras varios años de estudio e investigación. La elección de la denominación de ARCÓN, fue en honor a su compañero canino y alumno pionero.
Por otra parte, la primera Unidad Canina de Rescate que formó con este método, fue la del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Sevilla en 1996 y seguidamente Equipos Caninos de diversos Cuerpos oficiales de España, Chile, Argentina, Venezuela, Andorra, México, Colombia, Panamá, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Costa Rica…
En el año 1998, esta metodología es reconocida con el Primer Premio a la Investigación de la Real Sociedad Canina de España. Equipos Caninos de Salvamento de diversos Cuerpos de Bomberos de Andalucía constatarían la alta eficacia de este sistema desde 1999, tras numerosas intervenciones en países afectados por terremotos, como ha sido el caso de Colombia, Turquía, Taiwán, India...
Este Método está cimentado fundamentalmente sobre el conjunto de las siete técnicas conductuales Arcón,
las cuales se complementan e inciden con gran eficacia sobre tres parámetros fundamentales e interrelacionados en la operación de búsqueda: autonomía, motivación y concentración.
APLICACION DE LAS TECNICAS ARCON: Se utilizan como instrumentos básicos:
•La actitud corporal del guía.
•Un metódico proceso de análisis y observación de conductas caninas y entornos de trabajo.
•Una constante dosificación técnica e individualizada de los recursos conductuales.
El ejemplar formado con este método tiende a explotar con intensidad sus recursos físicos y síquicos durante el proceso de búsqueda, de una forma especialmente natural, voluntaria y fructuosa. Analizaré básicamente la incidencia del Método Arcón sobre los tres parámetros antes citados:
He constatado reiteradamente que cuando un perro experimenta un mayor nivel de autonomía de trabajo, también incrementa paralelamente su grado de concentración en el mismo.
Este sistema permite optimizar este nivel de autonomía asociado a una sólida fijación en la conducta de
búsqueda. El ejemplar disocia al guía sin presentar nocivas interrupciones en su línea de búsqueda, como puedan ser, esporádicos retornos hacia éste o actos corporales con objeto de visualizarlo.
Puntualizando que una participación excesiva del guía (error muy generalizado), ya sea verbal o física, durante la conducta canina de trabajo, generará nocivamente la consecuente expectativa de apoyo en el almacén memorístico del perro, y la cual se tornará mas acusada e interferente durante la búsqueda, conforme transcurra el tiempo sin que el ejemplar haya logrado percibir el ansiado estímulo oloroso de un posible sepultado.
Son tres, las Técnicas Arcón que de una forma conjunta, permiten mayormente la consecución de objetivos relativos a la pretendida autonomía de trabajo: •Técnica de bloqueo al efecto yoyó por control retorno (de aplicación preventiva). •Técnica de autonomía progresiva por acción del efecto maniquí (aplicada en fases de formación, entrenamiento e intervenciones) •Técnica de restablecimiento inocuo por inserción sonora (aplicada en fase inicial de formación).
La aplicación de este sistema genera en el ejemplar un estado de impulso motivacional especialmente sólido hacia este tipo de trabajo, favoreciendo los niveles de intensidad, perseverancia y concentración del perro durante la operación de búsqueda, así como el blindaje de éste frente a posibles estímulos desviatorios.
Son cuatro las Técnicas Arcón destinadas a preservar o potenciar dicho nivel de motivación específico: Técnica de reforzamiento calibrado por triple control (aplicada en fases de formación y entrenamiento). Técnica de factible localización por compensación previa de factores contrapuestos (aplicada en fases de formación y entrenamiento). Técnica de búsqueda encadenada por disuasión mímica del sepultado (aplicada en fases de formación, entrenamiento e intervenciones). Técnica de apoyo sin demanda por aproximación restringida (aplicada puntualmente en fase inicial de formación).
Resulta importante considerar que en la fase de formación o aprendizaje, la experimentación de no consecución de éxitos, de fracaso, en el ejemplar deteriorará la expectativa evocada por la actividad en formación y por el respectivo entorno, lesionando gravemente el necesario grado de motivación para afrontar el proceso de aprendizaje y para el futuro desarrollo del trabajo de búsqueda.
Esta circunstancia negativa se evita con la aplicación de las técnicas anteriores, a la vez que contribuyen a que el simple desarrollo de la búsqueda y el entorno de escombros generen por sí mismos, un potente efecto reforzante en el ejemplar. La actividad de búsqueda provoca en el perro un positivo incremento de su excitación, que se sumará a la motivación por el incentivo.
En este caso el grado de atención voluntaria del ejemplar en la búsqueda va a estar asociado fundamentalmente a los dos parámetros anteriores (autonomía y motivación), no dependiendo de una posible aplicación de técnicas específicas. El perro formado con este sistema presenta de una forma visible y continua un alto grado de concentración en la tarea de búsqueda, experimentando una sólida línea de atención. Con ello, se incrementará la aplicación de los dispositivos de recepción y elaboración olfativos del perro, limitando su campo de conciencia, y favoreciendo consecuentemente su capacidad de captación odorífera de las posibles personas sepultadas.
Podría definirse la concentración como una organización de la atención por el ejemplar para la realización de una determinada tarea, siendo el caso que nos ocupa el proceso olfativo de venteo, con el objetivo de captar moléculas olorosas humanas en el aire que le permitan conducirse hacia el foco de emanación, del sepultado, en la materia de escombros.
(Jaime Parejo-http://www.conciencia-animal.cl/paginas/temas/temas.php?d=39).
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