En sólo dos años el lago Enriquillo se ha ensanchado más del 50% y ha subido cinco metros del nivel de mar, según reportes del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), que indican además que la tormenta Noel no fue la mayor responsable del aporte de agua, sino la afluencia de aguas subterráneas de las sierras de Baoruco y de Nei ba.
El Departamento de Hidrología del Indrhi, que dirige el ingeniero Héctor Rodríguez Morillo, registra que en el 2000 el lago tenía una extensión de 20,535 hectáreas, pero a principios de marzo de este año presentó un cuerpo de 31,158 hectáreas.
De las 10,623 hectáreas que creció, la tormenta Noel (ocurrida en octubre de 2007) aportó aguas que inundaron a 1,513. Sin embargo, en enero del 2008 se inundaron 1,073 hectáreas y en julio de ese mismo año unas 3,379.
En enero del año pasado la crecida del lago sólo cubrió 129 hectáreas, pero en el mes de febrero aumentó a 4,590 hectáreas.
Rodríguez Morillo explica que luego de Noel no se registraron lluvias extremas, no obstante, el lago siguió tomando terreno, lo que evidencia que las aguas subterráneas son las causantes de las últimas crecidas.
Dijo además que la acumulación de aguas en el área del lago Enriquillo bajó las temperaturas en la zona, que tradicionalmente han sido altas.
Con relación al aumento del nivel del mar, señaló que tradicionalmente el lago está situado en 44 metros debajo del nivel del mar, pero que el 27 de febrero pasado se reportó en 39 metros.
Rodríguez Morillo observó que la única forma de que el agua salga del lago es por evaporización, es decir por los rayos del sol.
La evaporización media del lago es de 2,500 milímetros al año y la lluvia que entra es de 500 milímetros, por lo que la entrada es menor que la salida, lo que evidencia aportes internos de agua a través de la sierra de Baoruco y la de Neyba.
“La respuesta al incremento del agua al lago Enriquillo está básicamente por aguas subterráneas”, expresó Rodríguez Morillo, tras informar que la próxima semana técnicos del Indrhi harán otro levantamiento.
Rodríguez Morillo cree que las inundaciones se pueden reducir, ya que con las obras hidrológicas anunciadas en la región se canalizarán hacia el mar las aguas que se vierten sin control desde el río Yaque del Sur.
Con esto dejarían de llegar al lago aguas superficiales, por lo que se espera que las subterráneas que le llegan puedan evaporarse con el tiempo.
Ahora bien, advierte que la reversión del problema depende en parte de los cambios climáticos, o sea, que no haya eventos extremos que permitan que el lago se seque o se amplíe. (Periodico Hoy).
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