Un grupo de investigadores sostiene que se ha acercado al secreto que permitiría pronosticar los terremotos, al descubrir un vínculo entre los temblores pequeños, casi imperceptibles, en lo profundo de la tierra y los sismos devastadores capaces de arrasar ciudades.
La clave son los llamados terremotos mudos, tan profundos y graduales que no producen ondas sísmicas. Pero son peligrosos porque acumulan presiones en las capas superiores de la corteza terrestre hasta que estallan con violencia.
Un proyecto conjunto de las universidades de Tokio y Stanford ha encontrado un método para señalar con precisión los epicentros de estos presismos minúsculos, dijo Sho Nakamula, investigador de la Universidad de Tokio. Los resultados, ya publicados en la revista Nature, podrían salvar vidas al mejorar los pronósticos de terremotos.
"Vigilar estos terremotos mudos es importante para el pronóstico precoz de los grandes terremotos posteriores", dijo Nakamura.
Los terremotos mudos son un descubrimiento reciente. Hasta ahora, era difícil señalar sus hipocentros y los mecanismos detonadores. La nueva investigación aumenta la precisión de esos detalles al vincular los terremotos mudos con otra clase de temblores profundos, los terremotos de baja frecuencia, algunos de los cuales duran horas.
Al vigilar los sismos de baja frecuencia, los científicos pueden determinar con precisión dónde se acumulan las presiones y dónde existen probabilidades de un gran terremoto, lo cual es de importancia para regiones de actividad sísmica frecuente como Japón o California.
Esta investigación es un gran paso en el pronóstico de los grandes terremotos porque ubica con precisión el origen de los temblores de baja frecuencia y mudos, dijo Kazushige Obara, del Instituto Nacional de Investigaciones en Geociencias y Prevención de Desastres, quien descubrió los sismos de baja frecuencia en el 2002.
"Pero de aquí no se deriva la relación exacta entre los temblores lentos y los grandes terremotos", dijo Kazushige, que no participó del estudio.
Los investigadores estudiaron la Zanja de Nankai frente a la costa del Pacífico de la isla japonesa de Shikoku y la zanja submarina frente a la costa del mismo océano de los estados de Washington y Oregón, en Estados Unidos.
Nankai es estremecida por grandes terremotos alrededor de una vez cada 100 años. El más reciente, de 8,2 de magnitud, se produjo en 1946 y mató a 1.400 personas. El gobierno japonés dice que existe un 80% de probabilidades de un terremoto de similar magnitud en los próximos 50 años. Cualquier método que permitiera pronosticarlo significaría un avance revolucionario. (iblnews.com).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
HAZ UN COMENTARIO A LAS ENTRADAS