Debido a los pequeños sismos que han venido ocurriendo en días pasados, en diversos puntos de la geografía de la isla La Hispaniola, emana la pregunta
¿Es posible que ocurra un sismo fuerte en la República Dominicana?
A pesar de que eminentes geólogos consideran positivas estas liberaciones de energía, caen en concordancia con el ingeniero Héctor O'Reilly (consultor sísmico y catedrático de la UASD), miembro del consejo directivo de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosismica), cuando indican la peligrosidad de la energía acumulada por más de 800 años en la falla septentrional, que cruza desde la bahía de Manzanillo (Montecristi), pasando por Mao, Santiago, La Vega, Moca, San Francisco de Macorís, hasta la bahía de Samaná, que pudiera producir un sismo de más de 7.5 grados de magnitud (artículo publicado en el pasado reciente por el ingeniro O'Reilly y puede encontrarse in extenso en el portal de Sodosismica).
Vale acotar que en la zona sur existe otro sistema de fallas que penetra desde el Sur de Haití, continuando por San Juan de la Maguana, Ocoa, llegando al mar Caribe hasta la Trinchera de los Muertos, pasando por el frente en Santo Domingo, San Pedro de Macorís y La Romana.
Sólo estamos mencionando las fallas activas principales internamente en nuestra porción de la isla, ya que existen otras menores, que no dejen de poder activar sismos de menor magnitud, no obstante dañinos.
A saber estamos ubicados en la Placa del Caribe, bordeada por el nordeste con la Placa de Norteamérica, por el Sur por la Placa de América del Sur y por el Oeste, por las Placas de Nazca y la de Cocos dentro de la macrotectónica del globo terráqueo.
La magnitud de un sismo se mide mediante la escala Richter y la intensidad depende de la ubicación del hipocentro (distancia y/o profundidad y tiempo de duración de la sacudida, del sismo, es la determinante en los daños de ocurrir.
Aparentemente las estructuras a sopesar por daños son edificios, viviendas y escuelas, que colapsan o presentan daños luego de un sismo; pero la lista es larga e incluye: hospitales, clínicas, hoteles e iglesias (lugares que pueden servir como refugios), cuarteles de policía, fuerzas armadas, bomberos, torres de energía eléctrica y comunicaciones, vías de comunicaciones (carreteras, avenidas), sistemas de alcantarillado de agua potable, oleoductos, puentes, canales de riego, tanques de almacenamiento, elevados, túneles etc.
Propiedad privada
La pregunta que aflora ahora es: ¿Qué riesgo corre mi propiedad? La única forma de saberlo es utilizando los servicios de un experto en la materia, que le solicitará e investigará ciertos datos pertinentes como a) estudio de suelos (capacidad de carga), b) planos aprobados de la construcción, c) las debidas inspecciones obligatorias de la construcción, y d) visita de inspección física para localizar visual y mecánicamente determinadas situaciones.
Prevención
Para mitigar los daños que pudiesen provocar un sismo debemos seguir las siguientes prevenciones:
*Diseño estructural acorde con las normas vigentes.
*Programa de supervisión obligatoria de la construcción
*Promover el Retrofit (adecuación sismorresistente) de las estructuras existentes.
*Realizar una microzonificación de las ciudades del país más importantes en cuanto a construcciones se refiere.
*Actualizar un completar una red sismológica y acelerográfica adecuada en el país
*Establecer un programa de educación ciudadana.
*Establecer un plan de consultoría estatal a través del Ministerio de Obras Públicas y organizaciones privadas para determinar el riesgo sísmico de las construcciones más importantes. (Conexion56.com).